jueves, 11 de octubre de 2007

La Antropología Forense en el Perú


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La Antropología Forense en el Perú data de la década de los noventa. El primer antropólogo forense oficial del Perú, en éste caso, la primera antropóloga forense oficial en el Perú es la licenciada Aidee Chávez Rodríguez del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público. En 1997, cuando ingresé al Instituto de Medicina Legal para realizar mis prácticas pre-profesionales en Antropología Forense, todavía la licenciada Chávez Rodríguez seguía siendo oficialmente la única antropóloga forense del Perú. Más adelante, en el año 2000, el suboficial y perito Danny Humpire se convierte en el primer antropólogo forense de la Sección de Antropología Forense en el Departamento de Medicina Forense de la Dirección Nacional de Criminalística.

Posteriormente, llegarían los demás antropólogos, arqueólogos y odontólogos, principalmente al Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, institución encargada de respaldar científicamente las investigaciones preliminares de los fiscales. Algunos ingresaron por cargo de confianza y, otros, como fue mi caso y ya en mi calidad de profesional, mediante concurso público.


El autor del blog con la Lic. Aidee Chávez Rodriguez


Fue después de las exhumaciones de fosas realizadas por la Comisión de la Verdad y Reconciliación ( CVR ), y cuando el Ministerio Público asume la responsabilidad absoluta en las investigaciones de las fosas clandestinas y de las denuncias de las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas provenientes de la época de violencia política, acontecida en el Perú entre las décadas de 1980-2000, que la Antropología Forense experimenta una profunda transformación. Demás está enfatizar que éstas funciones, constitucionalmente, siempre le correspondieron al Ministerio Público, pero este reconocimiento permitió que se consolide la institucionalización de la Antropología Forense peruana, lo cual implicó no sólo la formalización del ejercicio profesional y el incremento del número de plazas para antropólogos, sino también el progresivo, aunque lento, equipamiento de la infraestructura indispensable para las labores de investigación científica a nivel nacional.

Definitivamente, la institucionalización de la Antropología Forense, y de las otras ciencias forenses, no hubiera sido posible de haber asumido las investigaciones de las fosas clandestinas, y de las denuncias de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de la época de la violencia política, acontecida en el Perú entre los años 1980-2000, los grupos privados de peritos extranjeros y/o nacionales. De cualquier manera, es justo también reconocer que su presencia, experiencia y vigilancia desde un sector de la sociedad civil, ha sido enriquecedora, para el desarrollo de la Antropología Forense en el Perú.

En el año 2003, se presenta un documento realmente de avanzada para la Antropología Forense peruana, como fue el Manual de Organización y Funciones del Instituto de Medicina Legal “Leonidas Avendaño Ureta”, y donde se define la competencia del Antropólogo en estas funciones en el art. 118, inc.b, c, e, f, h, i, l, m, n:

“ Son funciones del antropólogo :

b) Ubicar y registrar indicadores antropométricos en restos óseos.

c) Describir la patología sobre el soporte esquelético.

e) Las placas radiográficas desde un punto de vista antropológico.

f) Observar y manejar muestras para estudio de identificación antropológica.

h) Efectuar exámenes somatológicos en cadáveres nn.

i) Practicar la evaluación antropométrica al sujeto vivo y cadáver nn.

l) Tipificar los rasgos comunes y diferentes de grupos humanos.

m) Desarrolar estudios epigenéticos, morfológicos y métricos de restos óseos humanos para establecer datos comparativos de poblaciones peruanas contemporáneas y ancestrales.

n) Proyectar e implementar exámenes y procedimientos antropológicos”.


Por esa época, a finales del año 2002 y comienzos del 2003, fuimos un grupo de sesenta personas, entre egresados y estudiantes, principalmente de Antropología, en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos quienes conformamos el Taller de Antropología Forense de San Marcos, a pesar de no lograr contar con el apoyo del Centro de Estudiantes de Antropología ( CEAN ), fuertemente politizados y tremendamente mediocres. El Taller de Antropología Forense surgió como respuesta a las afirmaciones de ciertos miembros de la CVR que en el Perú no existía la Antropología Forense y, ante la amenaza de los profesores de Antropología de dividir la profesión, en dos carreras: Antropología Social y Antropología Forense, y tal como acababa de suceder con otras disciplinas que si habían alcanzado un alto grado de especialización, pues temían perder una plaza en la docencia.

Afortunadamente, la iniciativa coincidió con las elecciones en la Dirección Académica de la Escuela de Antropología, y al ver, el entonces Director de la Escuela, el antropólogo José Vegas Pozo, el entusiasmo que despertó el Taller y la acogida, tuvo la felíz decisión de congraciarse con el Taller de Antropología Forense, y aprobó no sólo su realización, sino también nuestra propuesta escrita, y refrendada con firmas, para la incorporación de la Antropología Forense como curso electivo de la carrera y promovió se tomara la misma medida en la Escuela Académica de Arqueología... y así fue reelegido como Director de la Escuela. Al final y, a decir verdad, no nos dieron todas las facilidades que nos prometieron: las aulas eran difíciles de conseguir y, sólo una vez, dispusimos de un retroproyector de transparencias.

En aquella oportunidad, participaron de manera desinteresada, profesionales del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público y de la Dirección de Criminalística, Ministerio del Interior, como la antropóloga forense Aidee Chávez Rodríguez, el antropólogo forense Danny Humpire Molina, el arqueólogo forense Flavio Estrada, el odontólogo forense José Vela y el antropólogo forense Roberto Parra Chinchilla. La idea del Taller de Antropología Forense fue que los propios estudiantes eligieran, entre los expositores, al próximo profesor del curso de Antropología Forense.

Cuando empezó el año académico 2003, la Dirección de la Escuela Académica Profesional de Antropología de San Marcos decidió, por su cuenta, asignar la responsabilidad del dictado del curso de Antropología Forense, y sin el concurso público correspondiente, a la sra. María Inés Barreto.

Ha sido durante el I Congreso Internacional del Ministerio Público- Medicina Legal, realizado en el mes de noviembre del año 2004, que el doctor Luis Bromley Coloma, Jefe Nacional del Instituto de Medicina Legal, ha reconocido que recién desde el año 2003, esa institución recién empieza a desarrollarse a la par que otras parecidas y semejantes en el mundo, “convirtiéndose progresivamente en una institución técnica, completamente científica de apoyo y asesoramiento a la investigación fiscal” y, por primera vez , ha presentado un balance público sobre las exhumaciones de las fosas denominadas clandestinas, informando que hasta ese momento se habían trabajado 95 fosas comunes, 30 nichos, se habían estudiado 102 mil restos òseos, y sobre 402 personas se habían entregado 102 restos humanos identificados a sus familias.

Actualmente, y gracias a la iniciativa de la sra. María I. Barreto Romero, se dicta el Diplomado de Antropología Forense y Derechos Humanos en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, desde este año 2007, la Maestría en Antropología Forense y Bioarqueología en la Pontificia Universidad Católica del Perú, por gestión de la Dra. Sonia Guillén Oneeglio.

Desde comienzos del 2007, se está construyendo un Laboratorio de Antropología Forense en Nahuinpuquio, Huamanga-Ayacucho, el mismo que fuí el primero en solicitar y justificar su necesidad mediante el artículo La Inteligencia Científica en Asuntos de Identificación Humana en la Revista del Ministerio Público de Ayacucho, en mayo de 2004, cuando fui destacado a la División Médica Legal de Ayacucho, y el cual está proyectado en constituirse en el más moderno de América Latina.

En la actualidad, catorce años después de la institucionalización de la Antropología Forense peruana, y estando inmersos en el proceso de la globalización, la ciencia atraviesa su etapa más decisiva : la posibilidad de consolidar su carácter científico en el ejercicio de la profesión o la de atomizarse en nuevas y diminutas antropologías , a las cuales se les quiere dar, prematuramente, autonomía en estos menesteres. Asimismo, en mi calidad de Antropólogo Forense en la Región Lima Centro del Instituto de Medicina Legal, destacado al departamento de Ayacucho con la Comisión de Exhumación de Fosas Clandestinas, Ejecuciones Extrajudiciales y Desapariciones Forzadas ( 2004 ) pude observar, muy sorprendido, a quienes promueven renunciar a la función de investigar cientificamente, para aplicar sólo lo que un grupo de antropólogos forenses extranjeros procesan como experiencias en los estudios de las poblaciones de sus respectivos países. Es curioso que, mientras a nivel mundial prestigiosos antropólogos forenses invitan y exhortan a las investigaciones particulares y permanentes de las características antropológicas de cada población, exista un grupo de autodenominados antropólogos, extranjeros y nacionales, muchos de los cuales en realidad son médicos o arqueólogos, que impulsan y difunden la internacionalización de ciertos estándares de identificación humana, provenientes principalmente de poblaciones urbanas de Norteamérica y Europa de décadas pasadas y su aplicación en los países andinos.

Es evidente que la última palabra la tendrá la nueva generación de jóvenes antropólogos forenses peruanos, quienes deberán decidir si se conforman con acumular diplomas de Antropología Forense y aplicar lo que otros han investigado, o lo que es más inteligente y honesto, si se especializan en cada uno de los amplios y apasionantes temas que comprende la Antropología Forense y se dedican a publicar lo que ellos mismos han investigado con rigurosidad y fidelidad.




10 comentarios:

Alexis Bellido dijo...

Lastima que en la UNMSM la antropología solo se entienda en el sentido social prescindiendo de una rama tan importante como esta.

Alexis Bellido dijo...

Falta fomento de la rama física de la antropología en el Perú. Aunque se halla logrado sentar las bases para su desarrollo el estado de la cuestión es todavía prematuro.

Enrique F. Sarmiento dijo...

Lo que falta es gente verdaderamente comprometida con el desarrollo de la antropologìa forense. Creo haber cumplido con mi parte. Por lo menos en la UNMSM hay un curso de Antropologìa Forense en las demàs universidades de Lima, que enseñan la carrera de Antropologìa, ni siquiera eso existe.

Anónimo dijo...

Increíble, tengo 18 años y desde mi quinto de secundaria he querido elegir algo respecto al área de medicina legal... y antropología forense es algo que me llama la atención y me atrae; sin embargo, la gran mayoría de personas que conozco me dice que esta carrera no sirve... y que no tendré futuro. Pero me niego a creer que esto sea así, me siento muy feliz de haber encontrado este texto... muchas gracias sr. Enrique, me ha inspirado a entender lo grandioso de esta carrera... este es mi humilde comentario.

Anónimo dijo...

En realidad agradezco al maestro Sarmiento al dominio del tema de Antropología Forense de verdad el haber dialogado sobre el tema y mi investigación sobre el tema ha permitido responder a muchas inquietudes e interrogantes lo que me he visto en la imperiosa necesidad de visitar la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Marcos y permitirme IN SITU, y poder entrevistarme con la primera (1ra) Antropologa en el Perú Dra. Aydee Elizabeth Chavez Rodriguez, para inscribirme en uno de sus cursos de "Antropología Forense" y poder adherirme a uno de sus horarios y beneficiarme plácidamente, Si Mahoma no va a la montaña Mahoma va a la Montaña. Atte. Jesús Manuel Chuque Huarcaya. 27 jULIO DEL 2015.

Unknown dijo...

La Antropología forense me interesa,quisiera estudiarla, pero la carrera se extiende desde el centro del país pero no en el norte, por lo que tengo posibilidades de ejercerla ya que no puedo trasladarme a otras cuidades

Unknown dijo...

cuanto gana un antropologo forense en el peru ?

yisus dijo...

para la correcta realización de un Informe Pericial, Valoración o Tasación, se requiere siempre de un profesional que atesore un equilibrio entre dos factores: por un lado, el conocimiento sobre el ámbito concreto de la pericial; por el otro, una experiencia en el formato legal asociado a toda actividad en la que se mueven los perito informatico judiciales.

Anónimo dijo...

PIenso que estas mal informado. Antes del antropologo primero ingreso al IML el Odontologo como se puede verificar en la documentacion existente.

Enrique F. Sarmiento dijo...

Pienso que estás leyendo mal. Lo que estoy enfatizando es que las convocatorias públicas que permitieron la amplia incorporación de los diversos profesionales forenses se produjeron mucho después de la llegada de Aidee Chávez al IML del Ministerio Público. Cuando yo llego al IML en 1997 funcionaba en un local provisional en la av Zorritos, al costado del actual hospital Loayza. Al lado de la oficina de antropología forense, había también una de odontología. Sin embargo, tanto la oficina de antropología como la de odontología, a lo más, eran un pequeño almacén de muestras. De hecho si tú revisas los procedimientos en los informes periciales que han utilizado los odontólogos durante las investigaciones forenses de las denuncias por delitos de lesa humanidad durante la lucha contra el terrorismo hasta la actualidad, vas a constatar que estos fundamentalmente se han ciñen a contrastar la información de las fichas pre mortem proporcionada por los familiares con la presencia o no de piezas dentales y localización de caries. A tal extremo, que en Ayacucho el 2004 había un antropólogo que se metía a realizar la estimación de la edad dentición porque decía sus colegas odontólogos eran unos inútiles. En realidad muchos de los odontólogos se ponían a hacer labores que funcionalmente nunca les correspondía. Si para tí eso es odontología forense, sería interesante que te identifiques y precises a qué documentos te refieres para conversar con más propiedad.