lunes, 5 de octubre de 2015

La Antropología Dermatoglífica en la Identificación Científica con Huellas Dactilares



En la revista AMERICAN JOURNAL OF PHYSICAL ANTHROPOLOGY acaba de ser publicado el estudio Sex, Ancestral, and Pattern Type Variation of Fingerprint Minutiae: A Forensic Perspective on Anthropological Dermatoglyphics, bajo responsabilidad de Nichole A. Fournier, del Departamento de Antropología de Washington State University Pullman y Ann H. Ross, del Departamento de Antropología y Sociología de North Carolina State University Raleigh, el cual tiene como objetivo explorar la influencia del sexo, la ascendencia y el tipo patrón en el desarrollo dermatoglífico, a partir de una investigación en varones afroamericanos y europeos, y en las mujeres.

Muestra del estudio. La muestra del estudio consta de 243 huellas del dedo índice derecho de las tarjetas de diez huellas en una base de datos local y estatal en Print Quest VR y en NIST. El dedo índice derecho fue seleccionado porque es de los más comunes entre las impresiones de las huellas dactilares latentes. Una descripción de la muestra se ilustra en la tabla 1.


TABLA 1. Descripción de la muestra

                                    Hombres                     Mujeres                                Total

Afroamericano                61                               61                                       122
Euro americano              60                               61                                       121

4 N. A. Fournier y A. H. ROSS American Journal of Physical Anthropology (Konigsberg et al., 2009).

Características del canto de fricción. Las huellas dactilares incluidos en este estudio se clasifican como uno de los tres principales tipos de patrones, arcos, bucles (izquierda y derecha), y verticilos. Los cinco minucias seleccionados en el presente estudio incluirán bifurcaciones, finales del canto / crestas terminan, cortos crestas, puntos, y recintos. Una bifurcación se define como el punto en que una cresta de fricción se divide en dos fricción crestas. Un recinto es una sola cresta de fricción que bifurca y luego vuelve a unirse para continuar como un solo canto, por lo que es una variación de una bifurcación. Una cresta se considera una cresta termina cuando se termina por la cresta camino. Un final de cresta que se desplaza a poca distancia antes de que termine se llama una corta cresta. Por último, un punto es una cresta de fricción que es tan larga como su ancho (SWGFAST, 2011). Los tipos de patrones y minucias seleccionados para este estudio se ilustran en las Figuras 1 y 2, respectivamente.







Para ser seleccionado, cada huella digital tuvo que cumplir con los siguientes requisitos. La impresión tenía que ser un rollo completo sin que aparezcan manchas o cicatrices que altere el flujo de crestas y minucias. Una vez que una huella digital se determinó que era de calidad suficiente, el sexo y ascendencia se determinó con base en la auto-identificación en el registro de la persona. La información de linaje, por lo tanto, se basó en un conocimiento a priori de la autoidentificación y la información demográfica del condado de Wake, Carolina del Norte.

En concreto, sólo aquellos individuos que se auto identifican como "blanco" o "negro" fueron elegidos para el estudio, los grupos raciales que componen 62.2 y 20.3% de la población de 2010 del condado de Wake, respectivamente (Smith, 2014). Se continuó este proceso de selección hasta que se obtuvo un tamaño de muestra suficientemente grande.

Selección minucias. Los cinco minucias seleccionados para este estudio fueron escogidos porque son suficientemente distintos de cada uno. La decisión de utilizarlos fue apoyado por los analistas de huellas dactilares latentes en la Oficina del Condado de Ciudad de Identificación (CCIE) en Raleigh, Carolina del Norte que fueron consultados con respecto a qué tipos de minucias que frecuentemente identificar en las comparaciones. Un objetivo importante de este estudio es aplicar los resultados a las investigaciones forenses y por lo tanto, era importante elegir variables con un alto grado de relevancia.

Cuantificación minucias. Antes de la cuantificación de minucias, el tipo de patrón se registró para cada huella digital de modo que tipo de patrón podría incluirse en la estadística análisis para probar si cualquiera de las variables minutia fueron influenciados por el tipo de patrón. A continuación, la función de Print Quest VR que marca las minucias de huellas dactilares y los códigos de ellos usando colores y formas fue seleccionada.

La decisión de hacerlo se basa en dos razones. En primer lugar, el programa sólo marca bifurcaciones y crestas que terminan dejando la mayoría de las minucias considerado en este estudio para ser contadas a mano. En segundo lugar, con las minucias pre identified probablemente habría influido en la visual evaluación y el sesgo introducido en los resultados. Los primeros autores recogen y registran todos los datos. Después todas las minucias estaban sin identificar en la pantalla del ordenador, cada huella se dividió en cuatro cuadrantes utilizando el función de centro de referencia en PrintQuestVR. Esto se hizo para disminuir el campo de visión cuando se cuentan las minucias con el fin de evitar la omisión o contarlos doble.

¿Qué es la Dermatoglifia?

La dermatoglifia es un término acuñado por Harold Cummins en 1926 para referirse a los patrones de las crestas epidérmicas en las palmas y dedos de las manos, dedos de los pies, y las plantas de los pies, así como la investigación de su desarrollo, estructura de la población, variación, y otros aspectos que no se ocupan, inmediatamente, de la identificación (Cummins, 1946, 1967). Los patrones de Ridge habían sido previamente utilizados en contextos forenses y se conoció como las huellas dactilares. Sin embargo, Cummins (1946) propuso el término más amplio de dermatoglifia para reflejar el creciente interés por los otros aspectos de las crestas epidérmicas que no eran tomados en cuenta en la identificación, así como para promover la investigación en otras partes del cuerpo que contienen piel estriada. Los antropólogos físicos se encontraban entre los que adoptaron el término. La antropología dermatoglifica  ha llegado a ser reconocida como un área de investigación en relación con el desarrollo intrauterino y la estructura de rasgos dermatoglíficos en la población (Mulvihill y Smith, 1969). Dada la aplicabilidad de los rasgos del canto a los fines forenses y al contexto antropológico, la investigación tiene el mérito de estudiar éstos rasgos desde ambas perspectivas, idealmente a través de la colaboración.

La característica de la dermatoglifia que la hacen un excelente rasgo de estudio es su permanencia a lo largo del curso de la vida de un individuo. Esto es esencial para su uso en identificaciones forenses, como comparaciones y, tienen sentido, si la apariencia del canto cambió. También es crucial para los objetivos antropológicos de estudiar la estructura de la población. Adicionalmente, a la singularidad de algunos rasgos dermatoglíficos que la hacen un indicador ideal de la identidad, hay que recordar que, las tendencias de los rasgos similares dentro de las poblaciones han sido vistos durante mucho tiempo como un área de interés para los antropólogos. La investigación antropológica ha explorado la genética y la influencia del medio ambiente en el desarrollo dermatoglífico además de la inter e intra-variación fenotípica de la población (Holt, 1951, 1954; Rothhammer et al., 1977; Froehlich y Giles, 1981; Martin et al., 1982; Jantz y Chopra, 1983; Houle, 1991; Reddy et al., 2000). El trabajo de los forenses científicos, examinadores de huellas latentes y otros investigadores, ha tratado de confirmar y explicar la permanencia y la singularidad de las huellas dactilares, apoyando así su uso como herramienta de identificación (Galton, 1892; Cummins, 1946; Cummins, 1967; Ashbaugh, 1992; Champod, 1.995; Cole, 1999; Zhao y Tang, 2006; Huckerman et al., 2008).

Debido a la naturaleza interdisciplinaria de este estudio, la revisión incluye la literatura sobre el desarrollo dermatoglífico, así como las características de estos rasgos para hacerlos útiles a los propósitos de la identificación. Tradicionalmente se considera que los dermatoglifos contienen tres niveles de detalle:

Nivel 1 consiste en detalle del flujo de crestas o el recuento de cresta y tipo de patrón que asumen las crestas. Este nivel se utiliza para crear sistemas que clasifican las huellas dactilares según el tipo de patrón incluyendo arco, arco de tiendas de campaña, el lazo izquierdo, lazo de derecho, haga doble espiral lazo, lazo espiral bolsillo central, y accidental espiral. Debido a que hay un número limitado de posibilidades, el detalle del Nivel 1 no es lo suficientemente específica para ser utilizado para identificaciones positivas (Ashbaugh, 1992; Langenburg,2004).

Nivel 2 el detalle se refiere a la forma, la dirección y la orientación de los rasgos que forman las crestas de fricción (Langenburg, 2004). Estas características se denominan minucias o detalles de Galton, debido a que Sir Francis Galton fue el primero en sugerir el uso de ellos con fines de identificación en los casos penales (Nickell y Fischer, 1999). Los detalles minuciosos son únicos en su cantidad y orientación en cada huellas digitales individuales (Cummins, 1967). Por consiguiente, a diferencia del detalle del Nivel 1, el detalle del Nivel 2 puede ser usado para identificaciones (Cole, 1999;. Huckerman et al, 2008; Bennett y Perumal, 2011).

El nivel final y más microscópica de detalle, el nivel 3, es la estructura de las crestas individuales (cresta formas y poros) y también es única para cada huella digital (Langenburg, 2004). Por lo tanto, la forma cresta y poros, también, a veces son considerados por los examinadores de huellas dactilares durante los exámenes forenses, además del nivel 2 de detalle.

Para entender la permanencia y la singularidad de dermatoglifia, es esencial comprender el desarrollo dermatoglífico. El primer paso en su desarrollo es la aparición de almohadillas palmares durante el sexto-septima semana de gestación (Mulvihill y Smith, 1969; Borecki et al., 1985). Estas almohadillas se componen de tejidos mesenquimales y son similares a los observados en perros y varios otros animales. En los seres humanos, sin embargo, se observa practicamente una regresión al útero a partir de la 10 y 11 semana de gestación tras el inicio de las crestas primarias que se forman en la capa basal de la epidermis (Cummins, 1.946; Mulvihill y Smith, 1969; Babler, 1978). Se extienden en la dermis y aumentan en el número que forman las crestas secundarias entre ellos y en la periferia del patrón (Hale, 1952). El proceso de la arista principal y secundaria crecimiento se conoce como el periodo de diferenciación. La conformación de minucias como el camino cumbrera está siendo establecido. Es la forma de las almohadillas palmares durante la diferenciación la que determina qué tipo de patrón se forma (Mulvihill y Smith, 1969; Babler, 1.977; Jantz y Chopra, 1983; Ashbaugh, 1992). El papel de la forma se explica por la hipótesis ontogenética, que establece que las configuraciones del canto son el resultado de la topografía de la superficie volar, fuerzas de crecimiento, y una tendencia inherente a formar cantos perpendiculares a las líneas de estrés (Mulvihill y Smith, 1969; Babler, 1977). La altura es un factor de la etapa en el proceso de regresión que la almohadilla está en cuando comienza el desarrollo de arista principal. La regresión temprana o almohadillas palmares bajas resultan en arcos. Del mismo modo, más tarde, la regresión o pastillas de altas producen espirales. Una almohadilla palmar, que es intermedio en altura y recaudó más de un lado, le hará crear un bucle que se enrolla en la parte superior (Babler, 1.978; Wertheim y Maceo, 2002). La simetría de la almohadilla del palmar y otros elementos de crecimiento, durante el dedo período de formación de la cresta primaria, también contribuyen al patrón el desarrollo. Los patrones simétricos (arcos y verticilos) resultan de almohadillas palmares simétricas, mientras los patrones asimétricos (bucles) resultan de volar almohadillas asimétricas (Wertheim y Maceo, 2002). Las configuraciones de Ridge completan su formación después de la semana 17 de feto desarrollo y permanecen sin cambios durante toda la vida (Hale, 1952; Babler, 1978;. Borecki et al, 1985). La permanencia de dermatoglifos es una consecuencia del proceso de desarrollo que se acaba de describir. En su revisión integral Wertheim y Maceo (2002) sostienen que el principio de permanencia se basa en el hecho de que las diversas capas de la piel están asociadas uno a otra. En la capa más superficial, las células de la epidermis se unen entre sí. A continuación, la capa basal de la epidermis está unido a la membrana basal, un área referido como la unión dermo-epidérmica y la membrana basal se une después a la dermis. Como resultado de la unión, dentro de las capas, las únicas propiedades de posición de la membrana basal que se establecieron durante el desarrollo fetal, es decir, el tipo patrón y las minucias, se transfieren continuamente a través de las capas a la capa externa de la epidermis durante toda la vida (Wertheim y Maceo, 2002). La singularidad de la dermatoglifia es también una consecuencia de su desarrollo. Como se dijo anteriormente, las minucias se forman a lo largo de la ruta de canto como la superficie y continúa para convertirse en camellones que son responsables de la individualidad o singularidad de las huellas dactilares. Esto se debe a que la formación y la colocación de cualquier tipo de minucias en el desarrollo campo Ridge es controlado por un surtido aleatorio de factores interdependientes en un momento dado durante el desarrollo. El estrés mecánico, ambiente fisiológico, y la variación en el tiempo de desarrollo podría afectar la colocación minucias (Wertheim y Maceo, 2002). Por ejemplo, si bien el tamaño y la forma de las almohadillas palmares está predeterminada geneticamente, durante su formación intrauterina puede alterar su resultado (Ashbaugh, 1992), sobre todo porque el período de desarrollo del feto, durante el que las crestas se forman, es también el momento en que el feto es más susceptible a trastornos del crecimiento debido a factores ambientales (Babler, 1978). Las huellas dactilares de fetos abortados elegidos y espontáneamente escogidos han sido estudiados para evaluar la influencia del estrés sobre el desarrollo dermatoglífico. Los resultados de estos estudios muestran que los fetos abortados elegidos exhiben frecuencias de arco similares a la población en que vivieron, que es bajo en comparación con bucles y espirales. Por el contrario, una frecuencia mucho más alta es observada en el grupo de fetos abortados espontáneamente escogidos. Como los arcos están asociados con la diferenciación relativa de la cresta y la regresión de la almohadilla de volar, la presencia de frecuencias de arco pueden desviarse tanto de la norma y sugerir una alteración en la sincronización global de desarrollo impulsado por influencias ambientales intrauterinas, que no es muy adecuado para la supervivencia (Babler, 1978; Jantz, 1987; Wertheim y Maceo, 2002). Para ilustrar la escasa probabilidad de duplicar tales al azar y acontecimientos accidentales, Wertheim y Maceo (2002) usó la siguiente situación hipotética. Si un camión de volteo, que se llenó con palos, condujo por un camino y de repente volcado, los palos se dispersan a lo largo la carretera. Para repetir ese escenario exactamente, el camión tendría que volcarse en el mismo lugar en ese camino, cada aterrizaje de los palos, en exactamente la misma posición.

La improbabilidad de tal situación se sugiere como una analogía para la duplicación de todo el proceso de biológica formación de las minucias de dos piezas de la toma de la piel indistinguibles. Debido a la permanencia y la singularidad de la orientación de las minucias, estos rasgos se han utilizado en varios sistemas de identificación para establecer una comparación de hacer coincidir los puntos en las impresiones latentes desconocidas a grabados conocidos. Varios de estos sistemas requieren un cierto número de concurriendo puntos de una huella digital conocido y desconocido con el fin de establecer una identificación positiva. Edmond Locard desarrolló la regla tripartito para establecer un número mínimo de puntos característicos necesarios para la identificación en 1914.

La regla tripartito establece que 1) si más de 12 puntos concurrentes son visibles y la huella digital. Es claro, entonces, la certeza de la identidad está más allá duda, 2) si 8-12 puntos concurrentes se ve entonces la certeza es borderline y depende de la claridad, la rareza de tipo, y la presencia del núcleo y en el delta utilizable porción de la impresión, 3) en caso de un número limitado de características puntos están presentes, la huella digital no pueden proporcionar seguridad a una identificación, pero sólo una presunción proporcional al número de puntos disponibles y su claridad (Champod, 1995). En los Estados Unidos usaban un estándar de 8-12 puntos de concordancia como se indica en la regla tripartito de Locard hasta 1973, cuando la Internacional Asociación de Identificación (IAI) decidió que la identificación no puede reducir a un conteo, un número estándar de minucias que emparejan, PORQUE cada identificación representa una situación única (Champod, 1995).

Sin embargo, Henry Faulds, ya en el siglo XIX, se había opuesto a la metodología del conteo de puntos argumentando que era demasiado simplista y, por el contrario, era necesario adoptar enfoques más científicos para demostrar la estadística improbabilidad de que dos huellas dactilares sean idénticos (Cole, 1,999). La crítica de Faulds sobre la utilización de un número mínimo de puntos coincidentes para confirmar la identidad ha inspirado para cambiar de perspectiva a muchos investigadores.

La investigación reciente ha dado lugar a modelos que ilustran cómo ponderar los diversos componentes de las huellas dactilares tales como las minucias y el área de la impresión en el que se encuentran (Wertheim, 2000). Por ejemplo, Gutierrez Redomero et al. sostuvo que el mayor número de minucias se concentra alrededor del núcleo y el delta de una huella dactilar (Gutiérrez-Redomero et al., 2010). Este estudio también calcula la frecuencia con la que cada minucia tipo ocurre. Sus conclusiones indican que el fin de las crestas ocurre con frecuencias que van desde 55 a 65%, bifurcaciones 13-18%, mientras que otros, incluyendo puntos, recintos, y cantos cortos, se produjeron a una frecuencia de <3 nbsp="" p="">

Los porcentajes dentro del rango variaban según la zona de la impresión. En concreto, los cantos terminados fueron más concentradas en la periferia de la huella digital que en el región central más cercano al núcleo. A la inversa, bifurcaciones y convergencias, un tipo de minucias reconocidos en el estudio Gutiérrez-Redomero que no se considera aquí, están más concentrados en la región central (Gutiérrez-Redomero et al., 2010). En la actualidad, varios sistemas han sido adoptados para comparar las minucias de una impresión desconocida a una conocida y, sin embargo, no hay acuerdo sobre un estándar. Para seleccionar el sistema más preciso como estándar, hay que realizar más estudios. En concreto, se requiere investigar cómo han desarrollado las minucias y qué factores influyen en ese proceso.

RESULTADOS

La estadística descriptiva de la estructura y las minucias tipos representados en la muestra del estudio se presentan en las Tablas 2 y 3, respectivamente. Curiosamente, la frecuencia de arcos es más alta en hombres y mujeres europeos que en hombres y mujeres africanos. Los bucles derecha tienen la más alta frecuencia de entre todos los sexos y grupos de ascendencia en este estudio, seguido de espirales y bucles izquierda. La Tabla 3 presenta las frecuencias relativas comparativas de cada tipo de minucias. Las crestas finalización mostraron la frecuencia más alta en todos los grupos. Con el fin de más a menos, las minucias restantes comunes son bifurcaciones, corto crestas, recintos, y finalmente puntos.

Los resultados se presentan en la MANCOVA, la Tabla 4. La MANCOVA detectó interacciones significativas (sexo * ascendencia, sexo * Tipo de patrón, ascendencia * patrón tipo ni el sexo * ascendencia * tipo de patrón). El sexo no tiene una influencia significativa en minucias, mientras que tanto la ascendencia y tipos de patrones son significativos. El análisis de un solo sentido de la varianza (ANOVA) muestran resultados que las bifurcaciones totales (TB) son la única variable significativa para la ascendencia, mientras que (Crestas Ending total) de TB y TER fueron significativas para tipo de patrón (Tabla 5).

Los resultados de regresión logística sugieren que el modelo es útil en la predicción de la ascendencia (chisq 5 6.80, df 5 1, el valor P 5 0,009). El parámetro y efecto test de Wald indican bifurcaciones totales son un predictor significativo de la ascendencia (Chisq 5 6.80, df 5 1, P valor de 5 0,009). El odds ratio de 5.61 significa que los afroamericanos son casi seis veces más propensos a tener bifurcaciones que la europea.

Los estadounidenses. La falta de medida de ajuste indica el modelo es adecuado, lo que significa que no hay evidencia de falta de ajuste (Prob> chisq 5 0,297). Los resultados muestran que las bifurcaciones totales (TB) a una huella dactilar se puede utilizar para predecir la ascendencia de un individuo (chisq 5 6.55, df 5 1, Prob> chisq 5 0,01). La tabla de contingencia (tabla 6) muestra que el 20% (49) de los individuos son clasificados como de África. Los estadounidenses son en realidad americanos europeos y el 22% (54) clasificados como americanos europeos son afroamericanos.

En total 103 de 243 individuos fueron mal clasificados para una tasa de error global estimado de 42%. La zona bajo la curva ROC es 0,59, que no cumple con la estándar de una buena regla de clasificación para una logística la regresión de 0,90 o superior.

Los resultados de este estudio proporcionan información respecto los factores biológicos que influyen en el desarrollo de las minucias de huellas dactilares, que tiene implicaciones  tanto biológicas como forenses. El hallazgo de una mayor frecuencia de arcos en los hombres americanos europeos y mujeres difiere de estudios previos que han mostrado las frecuencias más altas de arco entre los individuos africanos. Los africanos van desde 5 a 25%, mientras que los europeos son típicamente entre 6 y 9%. Ambas gamas exceden la frecuencia de 5% o menos se ve en la población mundial en su conjunto. Por lo tanto, era esperaba encontrar una frecuencia superior a 5% para ambos ascendencia grupos en el presente estudio, pero americanos europeos individuos exhibieron la mayor frecuencia de arcos (Cummins y Midlo, 1943). De las minucias, terminando crestas exhibieron la frecuencia más alta, seguida por las bifurcaciones.

Este hallazgo apoya las frecuencias relativas minucias sugerida por estudios anteriores (Gutierrez-Rodemero et al., 2010).

El sexo no se encontró que tenía una influencia significativa en minucias.

TABLA 2. Estadística descriptiva: Patrón

                                                      Patrón tipo                           n Frecuencia

Afro americano machos                 Arco 7                                 11.5%
                                                     Lazo izquierdo 5                      8.2%
                                                     Bucle derecho 28                   45,9%
Whorl 21 34,4%

África americanas hembras            Arco 4                                   6,5%
                                                     Lazo izquierdo 5                      8.2%
                                                    Bucle de Derecho 34              55,7%
Whorl 18 29,5%

Europea americanos varones           Arco 12                              20%
                                                   Izquierda bucle 7                      11,7%
                                                  Bucle de Derecho 28                 46,7%
Whorl 13 21,7%

Europea hembras americanas          Arco 16                              26,2%
                                                  Lazo izquierdo 11                      18%
                                                  Bucle derecho 23                      37,7%

Whorl 11 18%   



BIBLIOGRAFÍA


Ashbaugh D. 1992. Defined pattern, overall pattern, and unique pattern. J Forensic Ident 42:503–512.
Babler WJ. 1977. The prenatal origins of population differences in human dermatoglyphics. (Doctoral dissertation) University of Michigan.
Babler WJ. 1978. Prenatal selection and dermatoglyphic patterns. Am J Phys Anthropol 48:21–28.
Bennett D, Perumal SA. 2011. Fingerprint matching using hierarchical level features. Int J Comp Sci Issues 8:284–288.
Borecki IB, Malhotra KC, Mathew S, Vijayakumar M, Poosha R, Rao DC. 1985. Family study of dermatoglyphic traits in India: resolution of genetic and uterine environmental effects for palmar pattern ridge counts. Am J Phys Anthropol 68: 417–424.
Champod C. 1995. Edmond Locard–Numerical standards and “probable” identifications. J Forensic Ident 45:136–163.
Cole SA. 1999. What counts for identity? The historical origins of the methodology of latent fingerprint identification. Sci Context 12:1–41.
Cummins H. 1946. Dermatoglyphics: significant patternings of the body surface. Yale J Biol Med 18:551–565.
Cummins H. 1967. Finger prints: normal and abnormal patterns. Finger Print Ident Mag 49:3–31.
Cummins H, Midlo C. 1943. Finger prints, palms, and soles. Philadelphia: Blackiston Co.
Dankmeijer J. 1938. Some anthropological data on finger prints. Am J Phys Anthropol 23:377–338.
Froehlich JW, Giles E. 1981. A multivariate approach to fingerprint variation in Papua New Guinea: perspectives on the evolutionary stability of dermatoglyphic markers. Am J Phys Anthropol 54:93–106.
Galton F. 1892. Finger prints. New York: Macmillan and Co.
Grace HJ. 1974. Palmar dermatoglyphs of South African Negroes and Coloureds. Hum Hered 24:167–177.
Gutierrez-Redomero E, Alonso-Rodriguez C, Hernandez-Hurtado LE, Rodriguez-Villalba JL. 2010. Distribution of the minutiae in the fingerprints of a sample of the Spanish population. Forensic Sci Int 208:79–90.
Hale AR. 1952. Morphogenesis of volar skin in the human fetus. Am J Anat 91:147–181.
Holt SB. 1951. The correlations between ridge-counts on different fingers. Ann Hum Genet 287–297.
Holt SB. 1954. Genetics of dermal ridges: bilateral asymmetry in finger ridge-counts. AnnEugen 18:211–231.
Houle D. 1991. Comparing evolvability and variability of quantitative traits. Genetics 130:195–204.
Huckerman S, et al. 2008. Global models for the orientation field of fingerprints: an approach based on quadratic differentials. IEEE Trans Pattern Anal Mach Intell 30:1507–1519.
Jantz RL. 1987. Anthropological dermatoglyhic research. Ann Rev Anthropol 16:161–177.
Jantz RL, Chopra VP. 1983. A comparison of dermatoglyphic methodologies in population studies. Am J Phys Anthropol 60:61–67.
Konigsberg LW, Algee-Hewitt BF, Steadman. DW. 2009. Estimation and evidence in forensic anthropology: sex and race. Am J Phys Anthropol 139:77–90.
Langenburg GM. 2004. Pilot study: a statistical analysis of the ACE-V methodology—analysis stage. J Forensic Ident 54:64–79.
Martin NG, Jinks JL, Berry HS, Loesch DZ. 1982. A genetical analysis of diversity and asymmetry in finger ridge counts. Heredity 48:393–405.
Mertler CA, Vannatta RA. 2005. Advanced and multivariate statistical methods practical application and interpretation, 3rd ed. Glendale, CA: Pyrczak Publishing.
Morpho Safran. 2014. Available at: http://www.sets.com.lb/morpho-places-first-in-nist-2014-minex-fingerprint-benchmark/
Mulvihill JJ, Smith DW. 1969. The genesis of dermatoglyphics. J Pediatr 75:579–589.
National Academy of Sciences. 2009. Strengthening forensic science in the United States: a path forward. Washington, D.C.: The National Academies Press.
National Institute of Standards and Technology. 2013. U.S. Department of Commerce. ITL Forensic Science Program. ELFT-EFS. Available at: nist.gov/itl
Nickell J, Fischer JF. 1999. Crime science methods of forensic detection. Lexington, Kentucky: University Press of Kentucky.
Plato CC. 1970. Dermatoglyphics and flexion creases on the cypriots. Am J Phys Anthropol 38:421–438.
Reddy BM, Chopra VP, Karmakar B, Malhotra KC, Mueller H. 2000. Quantitative dermatoglyphics and population structure in Northwest India. Am J Hum Biol 12:315–326.
Rothhammer F, Chakraborty R, Llop E. 1977. A collation of gene and dermatoglyphic diversity at various levels of population differentiation. Am J Phys Anthropol 46:51–59.
Sachs L, Bat-Miriam M. 1957. The genetics of Jewish populations. Am J Hum Genet 9:117–112.
Sense Technologies, Inc. 2001. Fingerprint Line Types. Available at: https://behindthecrime.wordpress.com/about/fingerprints/fingerprint-line-types/
Smith CH. 2014. Census, demographics, and population data.
Wake County Government. Available at: http://www.wakegov.com/planning/demographic/Pages/default.aspx#population
Sokal RR, Jantz RL, Thompson BA. 1996. Dermatoglyphic variation in Europe. Am J Phys Anthropol 100:35–47.
SPEX Forensics. 2013. SPEX PrintQuest AFIS-APIS System. Available at: spexforensics.com
SWGFAST. 2011. Standard terminology of friction ridge examination (latent/tenprint). Version 4.1. Posted 2/11/2011. Available at: http://www.swgfast.org/documents/terminology/121124_Standard-Terminology_4.0.pdf
Wertheim K, Maceo A. 2002. The critical stage of friction ridge and pattern formation. J Forensic Ident 52:35–85.
Wertheim PA. 2000. Scientific comparison and identification of fingerprint evidence. Fingerprint Whorl 29:1–11.
Zhao F, Tang X. 2006. Preprocessing and postprocessing for skeleton-based minutiae extraction. Pattern Recogn 40:1270–1281.8 N.A. FOURNIER AND A.H. ROSS American Journal




.

No hay comentarios: