sábado, 27 de abril de 2013

La Teledetección de Fosas Clandestinas

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En la Universidad de Tennesse, Estados Unidos un grupo de investigadores multidisciplinarios, conformado por profesores y estudiantes graduados, han comenzado a ejecutar en el Centro de Antropología Forense de esa casa de estudios, conocida internacionalmente como “la Granja de Cuerpos”, diversos proyectos de investigación de fosas con una duración aproximada de tres años.

Esta iniciativa fue concebida hace una década, y en la actualidad los cuerpos y órganos que se utilizan proceden de donaciones hechas a la entidad. “La Granja de Cuerpos” es la más antigua y de mayor prestigio de un grupo de centros de investigación de todo el país dedicado al estudio de la descomposición de los restos humanos. Sus investigaciones se están empleando para ayudar a las autoridades y facilitar las causas penales. Si el experimento global que están promoviendo tiene éxito, podría impulsar no sólo la reputación de la universidad y de su departamento de antropología a mayores niveles, sino las investigaciones forenses en el mundo y las sanciones a los responsables procesados por delitos de lesa humanidad.

Con el cambio de liderazgo en el Centro de Antropología Forense, su nuevo director Amy Mundorff, conocido en su campo por ayudar a identificar los restos de algunas de las miles de víctimas de los atentados de 2001 del World Trade Center, muestra un interés más intenso en el tema de derechos humanos.

En efecto, fue en el marco de la Cumbre de 1996 del G7 en Francia, cuando la Comisión Internacional sobre Personas Desaparecidas, que se estableció en Bosnia-Herzegovina, junto con otros grupos de derechos humanos, hicieron una revelación escalofriante, a partir que los hallazgos de fosas, cadáveres y restos encontrados no se aproximaban a la magnitud de lo denunciado: Cuando los investigadores se acercaban demasiado, alguien podría desenterrar las tumbas de las víctimas asesinadas en el conflicto de los Balcanes y moverlos. Definitivamente esta afirmación no ha convencido en prestigiosos centros de investigación como Straffor, quienes no sólo cuestionaron la veracidad de las denuncias, sino la carencia de rigor científico de las investigaciones forenses y hasta la politización de estos acontecimientos para justificar la intervención de Estados Unidos y las fuerzas de la OTAN en estos países.

Entre los principales proyectos que se están realizando al respecto en la “Granja de Cuerpos” destacan:

1.- La teleobservación, buscando una visión más fina para fosas de menos de 100 cadáveres y que no dependa del tiempo de la descomposición de los restos. Se espera que el gobierno de EE.UU. desclasifique las imágenes más antiguas conocidas de fosas comunes de los satélites y de toda tecnología a distancia.

2.- La tecnología LIDAR, que es la abreviatura de Light Detection and Ranging, que utiliza un láser para trazar los contornos de la tierra y buscar cambios de elevación sutiles.

3.- La tecnología de las imágenes multiespectrales. para ver lo que se reflejaba en el suelo en el espectro de luz diferente, como el azul, verde, rojo, infrarrojo, etc. Estas tecnologías permitirían descubrir las fosas clandestinas desde lejos, principalmente las más pequeñas y difíciles, que son las más comunes, es decir las que contienen 10, 20 y 30 cadáveres.

4.- Dos estudiantes de postgrado de antropología molecular están trabajando en un ADN co-mezcla del proyecto para ver si es posible que el material genético de dos personas puedan filtrarse y contaminar los demás restos, lo que haría difícil la identificación de las víctimas.

5.- Dos profesores de la agricultura estudian la ecología del suelo cuando los cadáveres se descomponen en las tumbas.

6.- Otro está catalogando especies de plantas en la zona para ver si cambian cuando la descomposición libera nitrógeno en el medio ambiente.

7.- Para impulsar su teoría de que los cadáveres enterrados liberan nitrógeno en el suelo y la vegetación circundante, y que estos son visibles a las tecnologías de teleobservación, Mundorff ha realizado un estudio piloto en pequeña escala. En enero de 2011, enterró un cuerpo, pero al realizar el estudio de línea de base, se encontró con las primeras dificultades, en principio necesitaba tierra que nunca había acogido antes de los cuerpos en descomposición, y la UT todavía no había levantado la valla para la tierra nueva. Asimismo, Texas padeció una de las peores sequías de los últimos tiempos, reduciendo el rebrote de la vegetación alrededor de la tumba.  Los resultados de su primer lote de 37 muestras fueron mediocres y en estos momentos espera la presentación de 100 muestras de plantas recogidas a lo largo de 18 meses para ver si los niveles de nitrógeno ha aumentado, lo que demostraría la posibilidad que pueda ser recogida, aunque sea de forma remota, que Mundorff espera verificar químicamente.

Por lo pronto, para poder realizarse este proyecto global, los responsables han informado que se necesita alrededor de $ 200.000, y posiblemente más, debido a que este proyecto, han querído hacerlo lo más completo posible, contando con tantas tecnologías e investigadores como se requiera. Finalmente, han planeado la realización de un taller para trabajadores internacionales sobre cómo excavar fosas comunes. Es un curso que sólo se ha ofrecido con restos de animales, nunca con los humanos.







1 comentario:

lwg dijo...

Buen artículos y excelentes proyectos que están realizando los felicito.