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La empresa IVG Group acaba de presentar en la Expo Forense de México el georradar GSSI SIR 3000, diseñado en Japón por Geophysical Survey Systems, el cual es considerado como lo mejor que hay en el mundo para detectar donde hubo remoción de tierra, incluso si la tierra ya fue compactada de nuevo y le han puesto una loseta encima, de hasta 100 años de antigüedad.
El radar del aparato muestra al usuario datos de longitudes y profundidades de tumbas, zanjas, huecos y estructuras arqueológicas, en apoyo a las investigaciones, de acuerdo con IVG, y su adecuado uso puede iniciar una nueva etapa en las investigaciones forenses de los delitos por lesa humanidad en América Latina, caracterizadas por el alto costo, la lentitud y deficiencia en la exhumación de restos humanos que dificultan su identificación.
Hay que recordar que en países como el Perú, los arqueólogos ante la denuncia de la ubicación de fosas clandestinas por parte de la población, están empleando, de manera insólita, criterios empíricos para validar la existencia de estas, por ejemplo, si el terreno tiende a ceder o no. Lamentablemente muchas veces ya ni siquiera usan detectores de metales. Asimismo, se observa que ante la dificultad geográfica del área y la inestabilidad del terreno, se renuncia a seguir exhumando.
Hay que recordar que en países como el Perú, los arqueólogos ante la denuncia de la ubicación de fosas clandestinas por parte de la población, están empleando, de manera insólita, criterios empíricos para validar la existencia de estas, por ejemplo, si el terreno tiende a ceder o no. Lamentablemente muchas veces ya ni siquiera usan detectores de metales. Asimismo, se observa que ante la dificultad geográfica del área y la inestabilidad del terreno, se renuncia a seguir exhumando.
El costo de esta tecnología es de un millón de pesos y, por lo pronto, la PGR acaba de comprar cinco de estos aparatos.
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